sábado, 12 de diciembre de 2009
Antesala del infierno
Publicado por el Si! el 20/11
Por Ivanna Barbagallo
Seis días atrás, Viejas Locas regresó después de casi una década, con un show en Vélez. La data, a esta altura de la semana, es tan caduca como los sistemas de prevención y organización que, a cinco años de la tragedia de Cromañón, siguen sin dar las garantías necesarias. Mientras tanto, Rubén Carballo sigue internado en coma profundo, a causa de una fractura expuesta de cráneo y después de ser encontrado (14 horas más tarde) en las cercanías del estadio.
Convocados por el Sí!, tres testigos directos de los disturbios se aprestaron a dar su versión de los hechos. Cabe decir que pese a haber comprado su entrada en tiempo y forma, nunca pudieron ingresar al estadio. Nicolás Sirerol (21), explica: "Entre la valla y la pared había un espacio muy angosto, era evidente que iba a haber presión entre la gente, pero no estaban rompiendo nada". Cuenta que a las 21 entró con sus amigos al barrio Kennedy, porque vieron lanzar los primeros gases, balas de goma, golpes y avanzar a la policía montada a caballo.
Según Bruno Pignolo (20), los que quedaron atrapados entre las vallas y las rejas del barrio saltaban desesperados hacia adentro del complejo. Uno de ellos fue Martín Ibalo (18), amigo de Rubén Carballo, que relata: "Me corté la mano cuando salté la reja del complejo para evitar que me pegue la Policía". La misma herida en la mano y el mismo relato salen de la voz de Daniela Springer, una estudiante de Ciencias de la Comunicación de la UBA, de 24 años. "Cuando se rompió la reja apareció un helicóptero que nos alumbraba. Todos corrían porque la montada se había metido en el barrio cerrado", describe: "Los policías habían armado como un pasillo donde te golpeaban: nunca me habían pegado tanto. Te sacaban la entrada, no la cortaban. Alguien que estaba afuera me contó que las revendían". Martín revela que escuchó ofrecer "$ 20 por la entrada".
Según los cálculos de Bruno, a las 22 cortaron Juan B. Justo y dividieron la fila en dos, también a la altura del barrio Kennedy. A las 22.30 empezó a llegar la hinchada de Vélez. "Eran pocos y, como no pudieron pasar, se fueron por otro lado", relata Bruno, que calcula el número en 200.
Una de las curiosidades del evento radicó en las diferentes tipografías que presentaron las entradas. Jorge Elías (20), tiene una distinta a la de sus amigos (ver foto), aun cuando todos la compraron en el local La Estaka (Quilmes). Al respecto de ése y otros temas, Marcelo Dionisio, gerente general de Fénix Entertainment Group (organizador del evento) arguyó: "Nosotros imprimimos las entradas con todos los mecanismos de seguridad". Dionisio revela que las decisiones en materia de seguridad se tomaron en conjunto con el Gobierno de la Ciudad y la Policía. Según dice, trabajaron 225 personas de seguridad privada y 492 policías. "Todo lo certificó la escribana pública Carolina Rovira... Hubo una organización pensada como en el último partido del Clausura entre Vélez y Huracán", se defendió.
-Entonces, ¿por qué cree que se desbandó la entrada?
D: -Un grupito de chicos quiso entrar y ahí se armó el lío, entraron algunos, se detuvo el cacheo, que había uno cada 100 metros. Pero después se reestableció.
El hermano menor de Rubén, Emanuel (16), buscó pistas en el celular. Ahí pudo constatar que entre las 4 y las 6 AM del domingo, horas antes de que un grupo de chicos que jugaba al fútbol lo encontrara inconsciente, un llamado salió desde el aparato de Rubén, que estaba en uno de sus bolsillos, al igual que la entrada sin cortar para el show que quiso ir a ver. Con el correr de los días, el parte médico del Centro Gallego reveló que Carballo está sumido en un coma profundo, con asistencia respiratoria a causa de una fractura expuesta de cráneo. "No le falta nada, no fue un robo y tampoco pudo haberse caído porque no tiene quebradas las piernas ni nada, pero en el brazo tiene un golpe como el de un palo y está azul por los chorros que despedían los camiones hidrantes", dice Emanuel, interpretando que la Policía está implicada.
Al respecto, el comisario Néstor Rodríguez, jefe de prensa de la Policía Federal, manifestó desde su rol de vocero: "Se están haciendo las investigaciones correspondientes. Se tiene que establecer si las lesiones son provocadas o producto de un accidente. En principio, no guarda relación de causalidad el hecho del joven con los disturbios en la avenida Juan B. Justo porque este chico apareció el domingo".
-Sin embargo, Rubén Carballo aparece teñido de azul, lo que determinaría que no fue ajeno al accionar policial...
Rodríguez: -La Policía arroja el líquido azul a las personas que tiraban piedras, botellas, etc. porque tiene atribuciones para utilizar elementos para restablecer el orden de ocho mil personas. Los organizadores del evento decidieron cerrar las puertas porque ya no daba más el campo.
La versión de Néstor Rodríguez es ahora refutada por la de Martín y Daniela: "Cerraron las puertas y adentro no estaba lleno. Incluso había gente que se sentaba en el piso". El Sí! también da fe de esos dichos.
-Le puedo asegurar que el sábado no hubo que intentar colarse para ser reprimido. Llegué caminando pasadas las 21, no vi disturbios y sin embargo me corrió la montada...
R:-En la masa no se puede distinguir. Por eso no voy a eventos así.
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